Cada vez que sale alguna ley que complica las conversiones y las ventas en una web me pongo negra. Entiendo que hay que legislar ciertos aspectos en internet, que el tema de la privacidad es importante y tal, pero eso no quita que a veces para cumplir la ley nos hacen pasar por requisitos que a menudo rozan lo técnicamente imposible, o que es precisamente contrario al objetivo de la web. O eso o para cumplir con la ley tienes que tener una web (o tienda, como es el caso) anti-optimizada de cara a las conversiones.
En internet manda la ley de la inmediatez y la pereza. Eso de hacer a un visitante rellenar campos y campos de un formulario y pedirle permiso hasta para ir al baño echa atrás a cualquiera y hace que la gente salga huyendo por patas de una web que no sea rápida de usar.
Pero bueno, ese es un tema de debate que da para bastante, y como aquí lo importante es ser prácticos para poder seguir vendiendo cuanto más mejor, te dejo con un post que ha publicado hace poco mi amiga Teresa, en el que nos explica, después de haber investigado y consultado, qué pasos debes dar y cómo hacerlo para seguir usando MailChimp sin que te afecte demasiado «la suspensión de Safe Harbor».
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